Radio Amishar

16 de diciembre de 2010

Las “dietas milagro”: huye de ellas

Ese es el consejo que ofrecen todos los dietistas y endocrinos en cuanto escuchan la publicidad acerca de las llamadas “dietas milagro”, esas que ofrecen bajar de peso casi milagrosamente en muy poco tiempo.
Cada año, las asociaciones de profesionales de este campo se movilizan en estas fechas, cuando en verano se acerca y la obsesión por los cuerpos perfectos va aumentando. Hacen hincapié en los peligros que conllevan los métodos que prometen perder peso de forma rápida, sin esfuerzo y que carecen del menor fundamento nutricional y científico y que pueden ser muy perjudiciales para la salud.


Pero ¿cuales son esas dietas milagro?. Aunque no hay una clasificación ni nada parecido, la revista Consumer ha publicado recientemente una catalogación de estas, dividiéndolas en cuatro grupos:
1.- Dietas de bajo valor energético (entre 400 y 1.000 Kcal/día): Como su nombre indica, son dietas que se basan en consumir pocas calorías al día. De hecho, demasiado pocas, según los expertos. Se promueve un consumo casi exclusivo de vegetales, con cantidades, en ocasiones ridículas, de alimentos proteicos (carnes, pescados y huevos) y de aceite. Puede producir alteraciones gastrointestinales, mareos y otros síntomas, ya que no cubre las necesidades básicas de una persona.
2.- Dietas pobres en hidratos de carbono y ricas en grasas: Estas promueven el consumo de carne, embutidos, quesos, huevos, mantequilla y otros alimentos grasos, limitando las pastas y arroces. Prometen, como todas, resultados rápidos, pero lo que pueden provocar son mareos y fatiga, riesgo de deshidratación, tasas elevadas de colesterol, triglicéridos y ácido úrico y, por si fuera poco, estreñimiento. Casi nada
3.- Dietas ricas en hidratos de carbono: Al contrario que la anterior. Fuera carne y alimentos grasos y dentro hidratos de carbono. Por desgracia, se olvidan que los alimentos grasos y ricos en proteínas también son necesarios. Puede provocar trastornos intestinales como diarreas, cólicos abdominales y flatulencia.
4.- Monodietas y dietas “pintorescas”: Cajón de sastre donde cabe casi de todo. Desde aquellas que fomentan un alimento en concreto, con cualidades casi mágicas, hasta aquellas que incluyen alimentos exóticos o, incluso, “la dieta del humor”, que vaya a saber en que consiste.

En definitiva, un conjunto de dietas supuestamente milagrosas que pueden acabar por perjudicarnos seriamente. Sin olvidar que aunque se baje algo de peso, es muy sencillo volver a recuperarlo, e incluso, superarlo. La Asociación de Nutricionistas ha publicado un pequeño cuadro para distinguir este tipo de dietas:
Cuándo desconfiar de una dieta
  • No especifica con claridad la cantidad, el número de raciones y la frecuencia de consumo de los distintos alimentos que incluye la dieta.
  • No especifica si la cantidad de alimento indicada se refiere a alimento crudo o cocinado, de modo que la persona interpreta la lectura según su conveniencia o su conocimiento y entendimiento.
  • No indica el número de tomas al día.
  • Propone platos complejos sin indicar la receta. Ejemplo: carpaccio de bacalao con pepinillo y un poco de caviar rojo, berenjenas rellenas de gambas al horno, etc.
  • Prohíbe la ingesta de un grupo de nutrientes.
  • Promete pérdidas de peso altas en poco tiempo.

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