Radio Amishar

7 de enero de 2013

¿Porqué las mujeres necesitan más atención romántica (conversación) que los hombres?


Después de habernos casado, nosotros los hombres nos quedamos sorprendidos de que nuestras esposas no son los seres sedientos de sexo en la cocina, en la sala, en el baño y en la cama como parecen indicar las películas, las telenovelas y una gran cantidad de medios adicionales. A menudo se nos presenta a la mujer como un instrumento sexual sediente… pero al pasar el tiempo, ¡una vez casados, la sorpresa es grande!
En realidad, el sexo tiene mucho mayor importancia para los hombres que para las mujeres. Las mujeres se preocupan más que sus esposos por colmar estas necesidades emocionales.

Una porción desconocida de esa necesidad romántica en la mujer tiene posible relación con influencias genéticas producidas por el hipotálamo en el cerebro. Otras de esas características, tal vez deriven de diferentes experiencias infantiles entre niños y niñas. La orientación completa de nuestra sociedad, enfatiza a nuestras niñas el sentimiento romántico. Comienza desde los años preescolares, con cuentos fantásticos, como el de la Cenicienta deslumbrando a la multitud, la princesita de irresistible encanto, o la Bella Durmiente esperando que el tierno beso de su amado la despierte de su sueño.
Mientras que los niños pequeños se identifican con los ídolos del fútbol y juegan a los «pistoleros», sus hermanitas se distraen con las muñecas y asumiendo otros papeles que señalan hacia su relación con el sexo opuesto. Más adelante, la típica chica de secundaria, pasará mucho más tiempo soñando despierta con el matrimonio, que su contraparte masculina. Él también piensa en el sexo, de eso estamos seguros, pero ella lo ve a través de los lentes del amor. Así, comprará y leerá revistas y novelas románticas, ¡pero él no! De esta manera, hombres y mujeres llegan al matrimonio con una perspectiva diferente, no sólo en lo que se refiere al pasado, sino también en relación con futuro.
¿Por qué entonces, los hombres somos tan mal informados acerca de este aspecto de la conducta femenina y de su naturaleza? Ellos nunca fueron informados. Por cientos de años se ha aconsejado a la mujer que conozca las necesidades sexuales, y todo lo que tiene que ver con su marido. Cada mujer viva sabe que el apetito sexual masculino demanda su gratificación de una manera u otra. Lo que quiero decir, es que la satisfacción de las necesidades emocionales femeninas es tan imperiosa y urgente, como las exigencias psicológicas de gratificación sexual en el hombre. ¡Y si se descuida a las dos, luego hay que pagar un precio muy alto! Y es tan desafortunado que un hombre ignore las necesidades emocionales de su esposa, como que una mujer desconozca el apetito sexual de su marido.
Para mi esposa, una hora de mi tiempo, sentado en el sofá hablando sobre una conversación que ella tuvo con una amiga sobre los niños de una vecina a quien no conocemos ningunos de los dos, tiene mucha importancia. A la mujer le gusta que el hombre le dé su atención. Que la escuche. Que le mire atento y quizás, más luego, el esposo reciba a una mujer ansiosa de entregarse por entero a su amado esposo quien no la ve como un simple instrumento sexual, sino como una persona, una compañera, una amiga a quien escucha atento y quien se preocupa por sus problemas serios así como por sus trivialidades.
Ok, permítanme parafrasear eso en palabras sencillas (¡para los varones!): Su esposa es más vulnerable a su aprecio y amabilidad que lo que usted se ha imaginado hasta ahora. Y no hay nada que pueda edificar más efectivamente su estima personal que el hecho de saber que usted la respeta y valora como persona; que a usted le interesan sus pequeños detalles. Y nada destruirá más su propia dignidad que sentirse ridiculizada o rechazada por usted. Si todavía tiene alguna duda al respecto, le invito a realizar el siguiente experimento:
Mañana por la mañana, en la mesa del desayuno, dígale a sus hijos en forma espontánea, cuán afortunados son ellos al tener una mamá como la que Dios les ha dado. Sin dirigirse a ella directamente, dígale qué duro debe trabajar la madre para mantener todo limpio y a la familia bien alimentada. Incluya estas palabras en forma casual en medio de la conversación mientras ella prepara el desayuno. La forma como su esposa reaccione, le dará a usted una invaluable percepción de su mundo interior. Si se asusta y quema el desayuno, significa que usted ha tardado demasiado tiempo en decirle palabras de estímulo. Si desdibuja una pícara sonrisa y le dice que usted está atrasado para tomar el tren de las 8,05, entonces verá cuán rápidamente se curará del «dolor de cabeza» que siempre tiene a la hora de acostarse. Pero si no responde al comentario, usted debe reconocer que ella se encuentra en una situación crítica. Y que sólo podrá ser restaurada llevándola de viaje por un fin de semana a un hermoso hotelito, con flores, bombones y una carta de amor esperándola al llegar allí. ¿Cuándo fue la última vez que usted dirigió palabras de estímulo a su esposa?

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