Posted: 04 Aug 2014 07:25 AM PDT
«Cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí [...] en las partes más lejanas de la tierra» (Hechos I: 8).
«Señor, no quiero ir a Africa. Cualquier lugar menos Africa». Scott Brown se había enterado de que el grupo al que pertenecía había programado varios conciertos en diferentes lugares de África, y se esperaba que él participara. Pero Scott no podía pensar en nada peor que ser enviado a África: elefantes salvajes, leones rugientes, serpientes venenosas, violentas revoluciones, terribles hambrunas y horribles enfermedades…
Cuando los demás músicos se enteraron de los temores de Scott comenzaron a burlarse de él durante todo el viaje en avión. Pero según iban de un lugar a otro, Scott llegó a la conclusión de que sus temores eran infundados y que África no era un lugar tan malo. Las ciudades más modernas tenían buenas calles, rascacielos y hoteles de lujo. Conoció a muchas personas muy amables.
Después de uno de los conciertos, alguien del público se acercó y les dijo: «Soy el jefe de una tribu. ¿Podrían cantar para la gente de mi poblado?». Les explicó que su corazón había sido tocado por la letra de sus himnos, y que su gente nunca había oído hablar de Jesús. «Me gustaría que escucharan la canción que interpreta el joven Scott».
Con pocas ganas, Scott acompañó a otros cuatro miembros del grupo hasta aquel remoto poblado. Mientras colocaban sus pertenencias en el vehículo, el jefe les recordó que allí no había electricidad. Les tomó doce horas llegar. Durante las últimas seis horas no encontraron ningún otro vehículo de motor en la vía. Llegaron a la pequeña aldea de chozas de barro al anochecer. Mientras tanto, algunos miembros comenzaron a tocar sus tambores para avisar a las aldeas vecinas de que habían llegado unos artistas invitados para cantar. Scott y sus compañeros cenaron un guisado de ingredientes desconocidos.
Scott estaba sudado, lleno de polvo y cansado. Al contemplar los alrededores se dio cuenta de que sus temores se habían hecho realidad. Las palabras de Jesús respecto a ir por todo el mundo a predicar el evangelio no fueron de gran consuelo para el preocupado joven.
(Continuará…)
Tomado de:
Lecturas devocionales para Menores 2014
"En la cima"
Por: Kay D. Rizzo
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